La agencia de calificación Fitch considera que la restricción a 30 años de las hipotecas únicamente se aplicará a los nuevos préstamos concedidos y, en el largo plazo, supondrá mejores coberturas.
En este sentido, aseguran que la norma sólo se aplicará a las nuevas hipotecas concedidas, por lo que las hipotecas existentes con vencimientos a más de 30 años no serán excluidas de los préstamos elegibles y los bancos no se verán así forzados a recomprar bonos para cumplir con las limitaciones legales.
Por otro lado, la agencia de calificación reconoce que las nuevas medidas presentadas por el Gobierno debilitan ligeramente la protección del acreedor a través de la responsabilidad personal universal del deudor, aunque considera que el número de hipotecados que podrán acogerse a este relajamiento de las reglas es pequeño, por lo que debería tener un efecto limitado para los bancos.
Por último, desde Fitch se considera que el impacto de las nuevas medidas sobre la voluntad de devolver los préstamos hipotecarios será limitado porque los incentivos económicos al impago de la vivienda son menores que las cargas que representarían la deuda impagada y la necesidad de buscar una vivienda alternativa.